El color rojo es un color lleno de significados dependiendo del contexto. En el mundo en el que vivimos el color rojo significa peligro, alerta, atención pero cuando hablamos de flores todo cambia. El color rojo es la expresión del amor y la pasión.
Las flores de color rojo captan nuestra atención, son vivas, llamativas, intensas y destacan en cualquier jardín y no dejan a nadie indiferente.
Según la teoría del color, las flores rojas de tallo verde son el círculo cromático perfecto, al ser dos colores que se complementan facilitando que las flores luzcan con mayor intensidad.
Os compartimos una selección que incluye las flores rojas más llamativas y exóticas y sus cuidados correspondientes.
Es una bella y llamativa planta de procedencia tropical, habitual en muchos hogares varios motivos: su colorido es increíble y requiere unos cuidados muy sencillos (ideal para principiantes en jardinería). Fue descubierta en las selvas colombianas a finales del siglo XIX, aunque se puede encontrar por toda América latina y México.
Necesita buena luminosidad, su lugar ideal es cerca de una ventana donde pueda recibir luz indirecta. Su temperatura ideal es entre 20 y 25 grados, si la temperatura aumenta podemos aumentar la humedad. Cuidado con el exceso de agua en sus raíces ya que no lo tolera.
Conocida por distintos nombres en varios países, la rosa china o cayena, marpacífico, papo, hibisco, cardenal o flor del beso es una flor grande, fuerte, de color rojo y, mayormente, carente de aroma. Es originaria de América y África.
Necesitan riego abundante durante el verano, época de floración, intentando mantener el suelo siempre húmedo pero evita los encharcamientos. En invierno apenas necesita agua. Si la cultivas en el interior, pulverizar sus hojas.
Entre las flores rojas también destacan los gladiolos. Estas espigas florales han sido utilizadas tanto para adornar jardines en pleno verano como en ramos de flores. Puedes encontrarlos en tamaños dispares como miniaturas o gigantes (pueden alcanzar el metro y medio de altura).
Necesitan al menos 12 horas diarias de luz directa para que las flores abran, aguantan bien el sol directo y no florecen a la sombra.
Las amapolas eran consideradas por los griegos como la flor de Afrodita, la diosa del amor y la belleza. Son flores actinomorfas, pedunculadas y terminales, es decir, solitarias en el tallo en el que florecen, y tienen un capullo colgante.
Sus pétalos son fugaces y ocasionalmente imbricados, las amapolas pueden tener otras coloraciones además del rojo y su cultivo se extiende a Europa, Asia y América del Norte.
Necesita una exposición a pleno sol o a semisombra y temperaturas templadas o cálidas. No son nada exigentes en cuanto a la calidad de suelo.
Los claveles del monte son una especie de gladiolo, nativa del norte de África, el sur de europa y Asia occidental. Sus flores reúnen las características esenciales de los gladiolos, aunque se destacan en el género por su fuerte fragancia.
En sentido general puede apuntarse que estas flores son vistosas, pedunculadas en panícula o con cima laxa, y con bordes que pueden estar más o menos dentados.
Se recomienda no usar suelos secos, sino porosos que puedan mantener el agua.